domingo, 31 de diciembre de 2006

Y el perro es Mouso

Primer lime

Y entonces una noche fuimos a la casa de Mouso, matamos a la mamá y le dejamos una nota por demás sugestiva que decía: “Mouso, si no nos pagás, el próximo en ser boleta sos vos”. Pero lo gracioso en esto reside en que Mouso en realidad no nos debía nada y sólo lo hicimos para molestarlo un poco; más aun: Mouso no le debía nada a nadie. Esto último causó un efecto, si bien paradójico, de lo más simpático: Mouso trató de recordar a quién le debía algo y qué, pero al no existir realmente tal persona, se volvieron para Mouso todos acreedores en potencia, por lo que para él todas eran personas que le podían hacer daño, y empezó a tener miedo inclusive, de ir al baño.

Segundo lime + Scooby Doo

Y está Mouso en la cena, preocupado como de costumbre. “El mayordomo es muy sospechoso, esa mirada detallista e incasable es típica de un asesino”, diserta. “Pero la mamá también podría ser y aparentar todo lo contrario con esa mascara de simpatía. ¡Y la loca de la tía!.... o el papá con sus contactos en la mafia: todos son muy sospechosos”. Entonces llegamos nosotros y decimos que el asesino en realidad es Alvina, pero cómo: ¿la novia de Mouso? ¿Por qué? Es por ello que nosotros le sacamos la careta y mostramos que no se trata de Alvina sino de Adolfo Tercero del Reich, ahora si todo cobra sentido. Y Adolfo dice: “_Lo hubiera logrado sino fuese por ustedes, chicos entrometidos, y ese perro pulgoso”.
Y el perro es Mouso.

nICO